Mostrando las entradas con la etiqueta Mother. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Mother. Mostrar todas las entradas

sábado, 10 de octubre de 2009

Extranjeras Oscarizables

Imágenes de
Das weiße Band (Alemania),
Mother (Corea) y
Un Prophète (Francia).


Es cuestión de días para que la AMPAS publique la lista oficial de películas extranjeras que competirán por el Oscar, habiendo pasado este primero de octubre la fecha límite para el envío de candidaturas. Sin embargo, hoy sabemos ya el título de al menos 64 películas que figurarán dentro de esa lista, si no hay descalificaciones o cambios de última hora.

Los europeos han enviado cintas interesantes con muchas posibilidades de obtener una nominación. Considérese además que cada año vemos en promedio tres filmes del viejo continente dentro del quinteto final. Alemania, podría alcanzar su sexta nominación de la década con Das weiße Band de Michael Haneke, pudiendo convertirse en la tercera Palma de Oro que consigue un Oscar de Mejor Película (el año pasado, la maravillosa cinta de Laurent Cantet, Entre Les Murs, se quedó a un paso de obtenerlo; The Lost Weekend en 1945 y Marty en 1955, son los únicos títulos que han conseguido los dos premios).

Siguiendo con Europa, por Austria va Ein Augenblick Freiheit (For a Moment, Freedom) de Arash T. Riahi; por Eslovaquia, Nedodrzany Slub (Broken Promise) de Jirí Chlumsky; por España, El Baile de la Victoria de Fernando Trueba; por Francia, Un Prophète de Jacques Audiard; por Finlandia, Postia Pappi Jaakobille (Letters to Father Jacob) de Klaus Haro; por Israel, Ajami de Scander Copti y Yaron Shani; por Italia, Baaria de Giuseppe Tornatore; por Luxemburgo, Réfractaire de Nicolas Steil; por Noruega, Max Manus de Joachim Rønning and Espen Sandberg; por Rumania, Politist, Adjectiv (Police, Adjective) de Corneliu Porumboiu. Todas ellas con más o menos posibilidades obtener una nominación. Destaca la ausencia de Los Abrazos Rotos de Pedro Almodóvar, de Coco Avant Chanel de Anne Fontaine y de la ganadora del León de Oro, Líbano de Samuel Maoz.

Entre los filmes americanos, son pocos los que han brillado lo suficiente. Perú, por ejemplo, envió La Teta Asustada de Claudia Llosa, mientras que Argentina participará con El Secreto de Sus Ojos de Juan José Campanella; Chile con Dawson, Isla 10 de Miguel Littín, y Canadá, con una cinta de Xavier Dolan titulada J'ai Tué Ma Mère (I Killed My Mother). México se atreve a ir por tercera ocasión con una película de Carlos Carrera, Backyard (El Traspatio), a pesar de ser una candidata relativamente débil que dejó en el camino a otros buenos títulos: Desierto Adentro, Cinco Días sin Nora, Los Bastardos, Los Herederos, Voy a Explotar y Bajo la Sal.

Algunas cintas asiáticas parecen que podrían cautivar a la Academia. Es el caso de Mother de Bong Joon-ho, representante coreana que dejó fuera de competencia a Thirst de Park Chan-wook. También podríamos tener la sorpresa de ver entre las nominadas a la candidata nipona, Dare Mo Mamotte Kurenai (Nobody To Watch Over Me) de Ryôichi Kimizuka, o a la iraní, A Propos d'Elly (About Elly) de Asghar Farhadi.

Por otro lado, la ganadora de la Cámara de Oro en Cannes, Samson and Delilah de Warwick Thornton, podría convertirse en la primera cinta australiana en ser nominada en esta categoría.

Para ver la lista de entregas por país, recomiendo visitar de The Film Experience de Nathaniel Rogers, quien desde hace años lleva la cobertura más completa sobre este tema.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Tokyo!: transformación, anarquía, renacimiento

Denis Lavant es Merde en el corto de Leos Carax

Muy por arriba de las expectaciones que otras compilaciones recientes de cortometrajes (Chacun son Cinéma, Paris Je T'Aime, New York I Love You) han generado, se posiciona el trinomio poético-sociológico que constituye a Tokyo! La cinta, que explora (y amplifica) diferentes manifestaciones de la naturaleza humana engendradas en (y por) la sobrepoblada metrópoli nipona, exhibe la reflexión de tres directores extranjeros (los dos primeros, franceses; otro más, coreano) sobre un medio urbano que se ha vuelto hostil hacia sus propios habitantes. Son tres historias desiguales que con todo logran formar un mosaico bien articulado cuyo punto común yace en la metamorfosis: el humano se transmuta hacia el estado inanimado, regresa por igual a su condición animal y sobrevive en calidad de ser cuasi inerte.

Interior Design de Michel Gondry (Eternal Sunshine of the Spotless Mind, La Science des Rêves), primer opus del conjunto, confronta a una joven, Akira, con la búsqueda de su propia identidad dentro de una sociedad en la que las personas se autodefinen así mismas por lo que hacen o logran hacer. En su mente y en el espacio, Akira trata de encontrar su lugar, sabiéndose inmersa en una ciudad ajena, compacta, miniaturizada, ya casi impenetrable, donde las almas apenas pueden deslizarse entre los intersticios de las edificaciones. No hay entorno suficiente para ser, para vivir, para descubrirse. Gondry nos muestra cómo la frustración de esta mujer que llegó a Tokyo emocionada y acompañada por su novio, un creativo que aspira a convertirse en exitoso cineasta, la lleva a concebirse de forma particularmente distinta.

El segundo capítulo, que por sí sólo merece una amplia reseña (basta leer la crítica que al respecto hace Slant Magazine), lleva un título con connotación escatológica: Merde (que del buen francés se traduce como Mierda). En él, Leos Carax imagina a un ser recreado por Denis Lavant (Mr. Lonely, Boy Meets Girls) que, con su traje verde y deambulación caótica, emerge de las alcantarillas para aterrorizar a la población. El horror crece cuando de manera nihilista, nuestro anti-héroe extranjero se pone a lanzar granadas completamente al azar, sacrificando a un gran número de víctimas inocentes. Entonces el asunto se politiza, divide y levanta polémica entre las masas. Así, este hombre/criatura sin ideología se convierte en todo un icono mientras es juzgado y defendido por un abogado francés (interpretado por Jean-François Balmer) que dice comprender su lenguaje ininteligible y hace notar que su protegido simplemente odia a la gente inocente. Con un tono absurdo y sarcástico, Carax construye una historia que vale bastante no sólo por convertirse en una crítica dura a la lucha contra el terrorismo, las coberturas mediáticas y la xenofobia, sino por el ingenio mostrado por su realizador y la fabulosa actuación de Denis Lavant. Coincidencia o no, el corto comparte ciertas similitudes temáticas con The Host.

Para terminar, Bong Joon-ho (The Host, Memories of Murder, Mother) nos traslada al hábitat de un "hikkikomori", ser que recluido dentro de la gran urbe, encuentra en el confinamiento una forma de aislarse de la sociedad. Genialmente fotografiado, el cortometraje intitulado Shaking Tokyo captura el diseño de los interiores reducidos y caracterizados por un meticuloso orden que dota de estética al prolongado encierro. Tras más de diez años en los que su contacto con el mundo exterior ha sido minimizado, al grado de ni siquiera cruzar la mirada con los repartidores de pizza que llegan a la puerta de su casa, el hikkikomori descubrirá el amor en una circunstancia inusitada. Es la posibilidad de encontrar a esa persona que lo cautivó la que lo llevará a salir de su hogar, a renacer, a dejar su condición cuasi inerte, sobre todo cuando se entera de que aquélla ha optado también por la reclusión.

Finalmente Tokyo! se convierte en un pequeño deleite cinematográfico que critica, divierte y conmueve, revelando la significación universal de sus tres cortometrajes.

Imagen de Shaking Tokyo de Bong Joon-ho