Deseo, Prudencia
"Deseo, prudencia" sugiere el título, dos palabras que advierten, tanto sobre la relaciones peligrosas del sexo y del amor, como de aquellas del juego y de la realidad, del arte y de la vida. La historia, puesta en escena por Ang Lee y basada en una novela de Elileen Chang – novelista china fallecida en 1995 – es aquella de una joven estudiante que tras haberse integrado a un grupo de teatro amateur es incitada a hacerse pasar por otra mujer, todo con fines políticos y sucumbiendo así a los vértigos de un falso semblante.
Estamos en 1942, época en la que China fue parcialmente ocupada por los japoneses. Wong Chia Chi (Tang Wei) se involucra con un grupo de actores y militantes del Kuomintang, quienes le ofrecen un papel que requerirá de todo su tiempo y esfuerzo. Bajo la identidad de una tal Sra. Mak, pretendida esposa de un hombre de negocios, ella debe agradar a la Sra. Yee y entrar en su círculo de grandes burguesas adeptas al mah-jong.
La Estrategia de la Belleza
El método: aprovechar su conocimiento de la lengua cantonesa para ayudar a la Sra. Yee a vender productos de belleza sin ser timada en un mundo donde florece el mercado negro, ofreciéndole perfumes, relojes, medias de seda. El objetivo: seducir al Sr. Yee (Tony Leung), jefe de la policía de un gobierno que colabora con los japoneses, con el fin de llevarlo a una emboscada y asesinarlo.
La astucia del filme está en sus dos suspensos mantenidos paralelamente. ¿Acaso la Sra. Mak logrará hechizar a aquel policía – frío, imperturbable, que parece asfixiarse de aburrimiento mientras suda de desconfianza – para que su organización secreta lo elimine? ¿Acaso la Sra. Mak irá hasta el fondo de su misión, cansada de verse manipulada por sus camaradas de complot y perturbada por el éxtasis que ha descubierto en las sábanas del Sr. Yee? La duda se instala. ¿Acaso sufre los eventos que ponen trabas al crimen político o los provoca?
La Negación de uno Mismo
Ang Lee juega así con dos pinturas. Cuidando por un lado su reconstitución del Shangai de la primera mitad del siglo XX, sembrando por el otro, referencias a Alfred Hitchcock – por aquí un póster de Suspicion, por allá una demostración de la dificultad para liquidar a un hombre (escena de asesinato con cuchillo en mano digna de Torn Curtain). Pero más allá de su puesta en escena que se detiene en los subterfugios con los que la Sra. Mak engaña a sus anfitriones (manipulación al teléfono, destreza para maniobrar las piezas del mah-jong), Ang Lee demuestra una necesidad del travestismo de los sentimientos y de la identidad. Dirigida por un hombre que se define como un "falso chino en Taiwán que vive de extranjero en Estados Unidos", Lust, Caution es un filme sobre la negación de uno mismo.
Es también el cineasta de los amores ocultos, entrabados por los códigos sociales (tema cegador de Brokeback Mountain). Aquí, la pregunta que perturba al espectador es saber si la Sra. Mak juega realmente una comedia en la cama. Falsa identidad, mah-jong, recreaciones sensuales: Wong Chia Chi es arrastrada por un torbellino de dobles juegos; ella juega a jugar. Y entre los amantes, los papeles se deforman. Ella acepta no saber engañar, mientras que confiesa ser "la puta".
Suficientemente crudas, mostrando un liguero, un cinturón de cuero, vellos de axila, son esas escenas de alcoba pintadas con una mezcla de tensión erótica y brutalidad, una coreografía de cuerpos a la vez dominantes y sumisos, en un intercambio sadomasoquista. Ella es maltratada, atada, en la deliciosa confusión del "yo te amo, yo te mato", y él tan aferrado como apasionado, que parece sufrir mil muertes al regocijarse.
Sexo o compromiso político, prudencia... A aquello que uno corteja, uno puede quedarse apegado.
Texto traducido de LeMonde.fr