sábado, 21 de junio de 2008

La Escafandra y La Mariposa

"La imaginación y la memoria son mis únicos dos medios de eludir mi escafandra...
Hoy me parece que toda mi existencia no ha sido más que una cadena de pequeños fracasos, de mujeres que no supe amar, de oportunidades que no quise tomar, de instantes de felicidad que dejé desaparecer... "
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Jean Dominique Bauby


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La terraza perpetuamente desierta. El desmoronamiento.


Le Scaphandre et le Papillon es un ensayo sobre la identidad, esa que se transforma en el tiempo. Esa que define lo que somos hoy y lo que fuimos ayer. La realidad son recuerdos e ilusiones. Jean Dominique Bauby no es Marlon Brando, él es lo que dicta su memoria y lo que desea su imaginación, ambos elementos enclaustrados en su mente parlante.

El actor francés Mathieu Amalric es el cuerpo, la escafandra que limita el aleteo de la mariposa. Esa escafandra se permite establecer una lucha grecorromana con una mosca, contempla las mañanas desde una terraza perpetuamente desierta, reduce el mar a un producto de efectos especiales y es visitada día a día por el ortofonista. Permanece rígidamente.

El fotógrafo Janusz Kaminski y el director Julian Schnabel se convierten en el ojo del protagonista. Ese ojo que ve y que habla. El mismo que permite a preciar a las mujeres que proveen de vida a la escafandra y a la mariposa, simultáneamente. Emmanuelle Seigner, Marie Josée Croze y Anne Cosigny: su exesposa, su ortofonista, su traductora.

Papinou (Max von Sydow) se mira en el espejo después de ser rasurado. La ancianidad del padre contrasta con la juventud y el atractivo del hijo, redactor de la revista Elle. El glamour y la superficialidad se ven contrarrestadas por la enfermedad y la sensibilidad. La identidad se ha transformado, de oruga a mariposa.


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Emmanuelle Seigner, Max von Sydow y Mathieu Amalric


Nadie está condenado a vivir; Ramón Sampedro opinaría lo contrario. Nadie está condenado a morir; Jean Dominique Bauby probablemente estaría de acuerdo. Para Jean-Do es tan claro el valor de la vida (aún prolongada). Schnabel entendió el mensaje perfectamente y eso le permite crear una narración visual grandiosamente poética y elegante. Maravillosa.


5 comentarios:

Leo Ávila dijo...

Definitivamente le interesa la creación, el momento de la pruducción; y salir avante en la situación adversa, como en Before night falls.
La estructura general imita la premisa central: una historia hecha en parpadeos, en claros y oscuros. ¡Qué bonito!

marichuy dijo...

Eddney

Ayer la vi. Muy buena, alejada del sentimentalismo y la lacrimogenería. El haber elegido esa forma de narración le permitió a Schnabel desplegar sus mejores artes: las plásticas. El resultado es una película sumamente emotiva, por momentos hasta poética, pero con licencias humorísticas no exentas de crueldad. Se ha alabado mucho a Schnabel y aunque el logro es en mucho suyo, la historia original y el guionista fueron fundamentales en la meritoria ausencia de chantaje emocional (tan común en este de los filmes made in hollywood). Pero hay alguien a quien la critica casi no menciona: Mathieu Almaric, un actor de exquisita tesitura, dueño de una poderosa narración oral (tuve el infortunio de ver 5 minutos –no aguanté más- de la versión doblada al gachupín y es simplemente horrenda), capaz de hacernos partícipes de su opresión, dolor y amargura; pero también, de su no olvidada joie de vivre: cuando imagina comer deliciosos manjares en lugar del alimento intravenoso, es casi erótico, pues al mismo tiempo que devora manjares, él y su novia están “devorándose” mutuamente [celebro tanto que el protagonista no haya sido Johnny Deep, que me encanta pero no para este papel, ni mucho menos el inexpresivo Eric Bana, como pretendía originalmente Schabel, en un arranque de snobismo... hollywoodense]. En general, un esplendido cuadro actoral.

Y si, esa escena entre Jean-Do y Papinou es realmente buena, dos grandes actores frente a frente en un encuentro emotivo pero con toques de humor.

Saludos

PS las comparaciones son horribles, pero “Le sccaphandre et le papillon” me parece, por donde se le mire, muy superior a “Mar Adentro”.

Eddney Todd dijo...

Leo y Marichuy
No puedo estar mâs de acuerdo.

Champy dijo...

Pue syo no la he visto aún... no me ha llegado.

Y espero lo que ustedes comentan con frenesí.

Conociendo a Julian, no dudo que haya pensado en Johnny para algún rol, pero del Banna lo dudo, quizá se lo quisieron imponer, porque no es de su cuadro de actores....

Y si es superior a Mar Adentro debe ser la Hostia!!!! (dijera Caye).

Jose Barriga dijo...

totalmente de acuerdo... para mi fue la mejor obra del año pasado.... y sin premio o con premio... es desde ya un ejemplo de perfeccion en el ejercisio... magnifica...