Izquierda: Rodaje en el set en Wellington, Nueva Zelanda.
Derecha: James Cameron y Mauro Fiore revisan su trabajo en el set.
Cuando Mauro Fiore se integró al equipo de James Cameron para el rodaje live action de Avatar, la producción estaba ya muy avanzada en los estudios de captura de movimiento en Playa del Rey, California. Cameron había pasado ya 18 meses rodando las interpretaciones de los actores que posteriormente serían transformados en personajes animados por computadora. Aunque cerca del 70% de la cinta se obtuvo mediante captura de movimiento, el look real del filme aún necesitaba ser creado.
Siendo Avatar su primer largometraje digital, Fiore se enfrentó a una variedad de retos nuevos. Por ejemplo, la escena climática de la película en la que el ejército humano desciende a Pandora para atacar a los Na'vi, tuvo que ser rodada de noche aunque ésta sucedía en el día. Los estudios en Wellington, Nueva Zelanda, donde se filmaron las secuencias de acción real de Avatar, no eran lo suficientemente amplios para albergar una grúa de construcción requerida para dejar caer un helicóptero lleno de soldados. La producción se tuvo entonces que mover al estacionamiento de los estudios donde colocaron una pantalla verde de 120 metros de largo por 15 metros de alto. Cameron insistió que la secuencia se rodara durante noche con el objetivo de poder controlar totalmente la luz y no tener que preocuparse por la dirección del sol o la obstrucción de las nubes. "Por muy loco que suene rodar una escena de día durante la noche y en exteriores, era ésa la decisión correcta", dice Fiore.
Como gran parte de Pandora es virtual, Fiore constantemente tuvo que hacer coincidir la iluminación con elementos que serían integrados en post-producción. "Tuvimos que encontrar una manera de crear eventos fantásticos que nadie ha visto antes." Evidentemente nadie ha estado frente a una tormenta de plasma, pero Fiore se las ingenió para lograr efectos y detalles de iluminación únicos. En una escena Jake Sully (Sam Worthington) y la Dra. Grace Augustine (Sigourney Weaver) observan la tormenta a través de la ventana de su laboratorio remoto. Para encontrar el efecto adecuado de la tormenta en sus rostros, Fiore empleó patrones anormales en sus proyectores de modo que funcionaran como fuentes de luz.
Dirigir la mirada de los espectadores dentro de cuadros con fondos extremadamente detallados también fue un reto interesante. El contraste, la decoración del set y la iluminación fueron claves en escenarios con fluorescencias o fuentes de luz en segundo plano que podían fácilmente desviar la atención del público. El objetivo fue tratar de crear siempre situaciones en las que nuestros ojos se sintieran cómodos y pudieran ser guiados en la pantalla.
Mauro Fiore recibió este año su primera nominación a un Oscar y al premio de la ASC (Sociedad Americana de Cinematografía).
Siendo Avatar su primer largometraje digital, Fiore se enfrentó a una variedad de retos nuevos. Por ejemplo, la escena climática de la película en la que el ejército humano desciende a Pandora para atacar a los Na'vi, tuvo que ser rodada de noche aunque ésta sucedía en el día. Los estudios en Wellington, Nueva Zelanda, donde se filmaron las secuencias de acción real de Avatar, no eran lo suficientemente amplios para albergar una grúa de construcción requerida para dejar caer un helicóptero lleno de soldados. La producción se tuvo entonces que mover al estacionamiento de los estudios donde colocaron una pantalla verde de 120 metros de largo por 15 metros de alto. Cameron insistió que la secuencia se rodara durante noche con el objetivo de poder controlar totalmente la luz y no tener que preocuparse por la dirección del sol o la obstrucción de las nubes. "Por muy loco que suene rodar una escena de día durante la noche y en exteriores, era ésa la decisión correcta", dice Fiore.
Como gran parte de Pandora es virtual, Fiore constantemente tuvo que hacer coincidir la iluminación con elementos que serían integrados en post-producción. "Tuvimos que encontrar una manera de crear eventos fantásticos que nadie ha visto antes." Evidentemente nadie ha estado frente a una tormenta de plasma, pero Fiore se las ingenió para lograr efectos y detalles de iluminación únicos. En una escena Jake Sully (Sam Worthington) y la Dra. Grace Augustine (Sigourney Weaver) observan la tormenta a través de la ventana de su laboratorio remoto. Para encontrar el efecto adecuado de la tormenta en sus rostros, Fiore empleó patrones anormales en sus proyectores de modo que funcionaran como fuentes de luz.
Dirigir la mirada de los espectadores dentro de cuadros con fondos extremadamente detallados también fue un reto interesante. El contraste, la decoración del set y la iluminación fueron claves en escenarios con fluorescencias o fuentes de luz en segundo plano que podían fácilmente desviar la atención del público. El objetivo fue tratar de crear siempre situaciones en las que nuestros ojos se sintieran cómodos y pudieran ser guiados en la pantalla.
Mauro Fiore recibió este año su primera nominación a un Oscar y al premio de la ASC (Sociedad Americana de Cinematografía).
Izquierda: El manejo de la iluminación fue esencial para mejorar nuestra percepción de la 3D.
Derecha: Diagrama virtual de las estaciones de investigación remota en Pandora. Fiore pudo comenzar el diseño de la iluminación semanas antes a su llegada a Wellington gracias a estos modelos virtuales.
Derecha: Diagrama virtual de las estaciones de investigación remota en Pandora. Fiore pudo comenzar el diseño de la iluminación semanas antes a su llegada a Wellington gracias a estos modelos virtuales.