George Clooney es Michael Clayton (¿la versión masculina de Erin Brockovich?)
Inteligencia y sutileza. Dos cualidades que se fusionan para convertir a Michael Clayton en un filme elegante que logra exponer con estilo una crítica hacia situaciones deplorables que desafortunadamente existen en nuestro mundo.
La trama (en la que no abundaré aquí) no es quizás muy original, pero sí especial por el propósito casi político y su significado ético que es revelado delicadamente sin caer en grandes moralismos. La cinta se une a aquel grupo de películas que han demostrado que el cine también es una forma de expresar posturas políticas o sociales con inteligencia y mérito técnico. Así, han habido filmes notables como The Constant Gardener de Fernando Meirelles o Good Night, and Good Luck de George Clooney.
Michael Clayton fue producida por cuatro grandes mosqueteros: Sydney Pollack, Anthony Minghella, Steven Soderbergh y el mismo George Clooney. Las actuaciones son memorables: Tom Wilkinson merece que su interpretación sea reconocida (¿Oscar?, ¿Golden Globe?, ¿BAFTA?), mientras que George Clooney está impecable y el resto del elenco a la altura (Tilda Swinton, Sydney Pollack). Música destacada de James Newton Howard y fotografía de Robert Elswit. Dirección de Tony Gilroy.
Inteligencia y sutileza. Dos cualidades que hacen de Michael Clayton una película digna de ser vista.
Tom Wilkinson en el papel de un abogado con desorden bipolar.